CIUDAD VITRINA Una mirada a la gráfica popular


“No importa por que calle andemos,

siempre habrá un letrero hablándonos”

Carmen Grisolía



Como diseñadores gráficos pensamos que lo único valedero es el design profesional y esto se debe al modo de enseñaza de las academias. Nuestras miradas no se posan sobre paredes, vidrieras, marquesinas de la ciudad en la que nos sumergimos día a día, ni nos damos cuenta de toda la gráfica que esta a nuestro alrededor y que no es hecha por especialistas en comunicación visual; sin embargo, esta profesionalización de la gráfica responde a una necesidad intrínseca del ser humano por comunicarse.

En este sentido, la gráfica popular es el resultado de una forma de resolver problemas de comunicación visual de pequeños comerciantes o personas que desconocen la materia, que no pueden acceder a especialistas de diseño y comunicación visual o acuden a los servicios de artesanos especializados, como pintores de letreros que ejerciendo su oficio van instalando una aproximación al trabajo gráfico.

En Latinoamérica han estado a la cabeza de investigaciones sobre gráfica popular, diseñadores, fotógrafos e investigadores. Personas que se han preocupado por la gráfica de su país debido a que es un terreno donde confluyen variadas disciplinas. En Chile, un grupo de diseñadores ha tomado las tipografías urbanas que nacen día a día y ha decidido registrarlas, debido a la era total y globalizante en la que vivimos, asumen el rol de interpretes de nuestro mundo mas cercano. En Bogotá Sandra Suárez ha sido atraída por el paisaje de cemento y ladrillo que se llena de colores y formas, tipografías y caligrafías, automóviles, electrodomésticos y figuras humanas, mensajes y anuncios, formando parte de la cultura ciudadana. México también guarda entre sus calles una expresión de arte popular mexicano muy singular, los rótulos mas originales se producen en peluquerías, carnicerías, marisquerías y pollerías. Estos negocios se anuncian con una fauna fantástica y con imágenes que si no logran hacer reír por lo menos atraen miradas.

En Mérida, Venezuela tal es el caso de los letreros que se pueden apreciar en carnicerías, pescaderías, fruterías, estacionamientos, de la popular Av. 2 Lora del casco central de Mérida o los avisos de una cantidad de personas que necesitan anunciar sus servicios de arreglos de zapatos, ropa o cualquier otra cosa que se ofrezca por las angostas calles de sectores como Belén, Milla, dentro del municipio Libertador del estado; estas soluciones no están dentro de un contexto formal de diseño, y no parecen tener la suficiente relevancia dentro de las escuelas de diseño y en la formación académica de diseñadores y diseñadoras.

En el quehacer como profesionales en el área en vez de contribuir a preservar nuestro patrimonio gráfico, lo desconocemos y marginamos. Para integrar este patrimonio dentro de nuestros estudios de diseño, es importante contar con un material concreto que lo registre, lo identifique, lo recopile, lo analice dentro de una perspectiva relevante para los comunicadores visuales y público en general.

De igual modo, hay un hecho importante que es necesario hacer notar y es, que la letrística popular, es un elemento con muchas posibilidades de desaparecer debido a la masificación de la tecnología digital; es por ello que deben tomarse las previsiones necesarias para preservar a través de los mismos medios digitales, estos rasgos que posee la ciudad y que forman parte de una iconografía cultural, a fin de cuentas son estos rasgos los que abrieron la brecha en el design profesional.

Como comunicadores visuales, dejamos atrás la ciudad misma, olvidando que ella por si sola genera estrategias comunicacionales; es necesario redescubrir la ciudad, mirar lo mirado y en ello lo popular entre un mundo de formas y grafismos que convergen en ella. En un acto de (re)mirada, es necesario hacer notar lo que se nos presenta al alcance nuestro, cada día; disfrutar lo que pasa desapercibido y hacer consciencia, lo importante de la observación.

La aproximación a la gráfica popular, se acerca a un entendimiento de la misma como patrimonio gráfico y otorga especial importancia en el proceso de observación a estudiantes y profesionales del diseño. La investigación en este tema abre una brecha en el campo de la investigación del diseño, explorando la gráfica en el aporte de reflexiones críticas alrededor de esta categoría denominada “gráfica popular”.

La investigación sobre gráfica popular enriquece la cultura visual de otras disciplinas, que necesiten en su haber estudiar la iconografía de una ciudad para sus objetos de estudio. Aporta a la ciudad una forma de percibirla a través de su gráfica e innova en el establecimiento de nuevas categorías visuales.

Es prioridad hacer visible a otros estudiantes que el diseño gráfico, no se limita al diseño propiciado por la academia y la industria formal, sino que también forma parte de las estrategias comunicacionales que los hombres y mujeres permanentemente generan para resolver situaciones cotidianas.

La gráfica popular es un eficaz representante de la diversidad cultural, reforzando el dialogo entre la gráfica popular y el diseño, es por ello que ha de ser tomada en cuenta con respeto y objetividad. Es necesario entonces que seamos diseñadores que creemos a partir de lo propio, sin avergonzarnos, ni ensimismarnos en la búsqueda obsesiva de la identidad.

Es pertinente que profesionales y amateurs del diseño, se den cuenta que el diseñador puede tener un rol influyente en la sociedad, pero para eso debe formarse como humanista y darse cuenta que su principal audiencia, no son los otros diseñadores.

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